Editorial
Sentidos y prácticas políticas de Niños, Niñas y Jóvenes en contexto de vulnerabilidad en el Eje Cafetero, Antioquia y Bogotá

Los esfuerzos por hacer investigación social en un país que asiste a un momento histórico como éste, condicionado por la profundización de la violencia, y por los deseos colectivos de paz y reconciliación, son más que oportunos, indispensables y necesarios para generar nuevas comprensiones de la realidad social fracturada por la lógica de la guerra y sus devastadoras consecuencias humanas. 

El programa de investigación “Sentidos y prácticas políticas de niños, niñas y jóvenes en contextos de vulnerabilidad en el Eje cafetero, Antioquia y Bogotá: Un camino posible de consolidación de la democracia, la paz y la reconciliación a través de procesos de formación ciudadana”, se justifica en este orden de acontecimientos, pues permite responder a las exigencias y demandas que desde la sociedad civil claman por un proyecto de país inspirado en otras prácticas, orientadas hacia la convivencia, la alteridad, el reconocimiento pleno de la diferencia, la diversidad, la inclusión, el disenso creativo, la opción de una nueva utopía, que como alguna vez lo dijera García Márquez, afirme la vida en todo su esplendor; porque no basta la reconstrucción de la memoria y la aceptación de la verdad histórica, cuando la idea de un futuro común se torna vaga y confusa.

Respondiendo a las líneas expuestas en la convocatoria de Colciencias Falta número, este Programa de Investigación, a través de sus diez (10) proyectos, busca conquistar una visión de conjunto de la realidad del conflicto y la violencia colombiana, apuntando a la construcción de la paz en la clave de los niños, las niñas, los y las jóvenes. Allí alcanza su más potente justificación, considerar, de nuevo en las palabras de García Márquez, que una estirpe condenada a cien años de soledad merece una segunda y definitiva oportunidad sobre esta tierra. El Macondo que aún pesa sobre la historia de Colombia, finalmente será un lugar donde el hombre, en tiempos de paz, podrá nombrar lo hasta ahora desconocido.

En un contexto social, político y cultural de sometimiento e invisibilización por la vía de la violencia, la desigualdad y la pobreza, surge la necesidad ética, política y económica de crear procesos de construcción de conocimientos, espacios, discursos y prácticas de socialización política, que posibiliten y estimulen la vinculación activa de los niños, niñas y jóvenes en la creación de alternativas que permitan renombrar los sentidos compartidos frente a la situación de violencia y el potencial de la paz; la democracia como una forma de organización de la vida en común y como un estilo de vida deseable; y la reconciliación, la participación y la resistencia como caminos posibles para instituir la democracia dentro de claras dinámicas de paz. 

En este sentido, es urgente recuperar la voz de los niños, niñas y jóvenes de nuestro país, y reconocerlos como ciudadanos plenos, como sujetos de derechos, como seres de carne y hueso que importan y valen por lo que son y no por los hombres o mujeres que serán en el marco de una moratoria social, se requieren comprensiones profundas de sus mundos, visiones y acciones que permitan la legitimación política y cultural de sus experiencias, y para ello, es impostergable generar procesos de investigación, desarrollo, incidencia en políticas y diseminación de conocimientos que se ocupen de ampliar las márgenes teóricas, metodológicas y políticas desde las cuales se comprende y se agencia la relación niñez, juventud, política y cultura de la paz y la reconciliación en el marco de la construcción de democracia en el país.

Muchos de los procesos de formación ciudadana que se han puesto en marcha para hacerle frente al problema de la naturalización y reproducción de la violencia, se han diseñado y ejecutado desde visiones asistencialistas, adulto-céntricas y represivas que no toman en consideración la percepción y expectativas de estos sujetos, por tanto, los impactos de estos programas se han diluido en procesos de mera transferencia técnica de conocimientos sobre democracia, ciudadanía, liderazgo, participación, comunicación y resolución de conflictos, entre otros, sin que logren tocar y transformar las estructuras cognitivas, comunicativas y éticas desde las cuales se construyen las relaciones. 

Si bien los niños, niñas y jóvenes se constituyen en el rostro más visible de los círculos de violencia y pobreza en el territorio nacional, es necesario reconocer que no hay una homogeneidad desde la cual se pueda pensar en la satisfacción de sus necesidades de forma igualitaria; ellos y ellas viven, sienten, piensan y significan la existencia de forma particular. Los niños, niñas y jóvenes en situación de calle leen la vida desde orillas diferentes a las que lo hacen los niños, niñas y jóvenes reclutados para la guerra, sus necesidades y potencias varían, de ahí que sea indispensable para la consolidación de la paz, la democracia y la reconciliación, el reconocimiento de su voz y su acción como sujetos con potencialidades y expectativas propias y diferentes a las de los adultos. A esto le apostamos y con ello nos comprometemos.

En este espacio web, estaremos dando cuenta de los avances, hallazgos, encuentros y procesos de incidencia de diferente índole, que se producen desde cada uno de los proyectos y componentes que constituyen el Programa. 

Sara Victoria Alvarado. 
Gerente del Consorcio