Proyecto 4


Acción colectiva juvenil en Bogotá




Reconociendo la singularidad de las expresiones de Acción Colectiva Juvenil, el Proyecto 4 identificó una experiencia nacida en Bogotá en los umbrales del siglo XXI, y que articula distintas maneras de construir memoria y enfrentar la impunidad.

Centrada en las experiencias del dolor, alentada por el carácter emancipador de los procesos de memoria histórica, animada por el posicionamiento político de nuevas formas de la resistencia, el Colectivo H.I.J.O.S. Bogotá, ha estructurado su acción a partir de un doble reconocimiento: Por por un lado, reconocerse como hijos de un pasado atravesado por las dictaduras, las formas de represión y las lógicas de la dominación; por otro lado, reconocer que son hijos de la desaparición forzada, la tortura, el exilio, el encierro o el destierro; que son hijos de las violencias políticas que aún pretenden conjurar la fuerza de las luchas sociales.

Como si se tratara de un tejido heterogéneo, el Colectivo H.I.J.O.S. construye formas de identidad que no son esencialistas ni unívocas. La conversación para la acción derivan de modos plurales y heterogéneos de comprender el sentido de estas nuevas luchas, y su rasgo común es el resultado de discusiones y posicionamientos ideológicos diversos y amparados en la diferencia.

Por la memoria y contra la impunidad son sus consignas fundamentales, y su aparición en la esfera pública está íntimamente ligada a uno de los períodos más oscuros de la historia reciente: La la Ley de Justicia y Paz, que le permitió a las fuerzas para-estatales desmovilizarse e imponer un silencio absoluto sobre los responsables de los crímenes de Estado.

En este escenario de “perdón y olvido” de la violencia paramilitar, el Colectivo H.I.J.O.S. reivindicó la necesidad de reconstruir el pasado, rasgar los mantos de impunidad y disponer la construcción de una Democracia Radical capaz de reconocer el agonismo de una sociedad que se ha acostumbrado a la guerra de exterminio y ha naturalizado las formas más violentas del acallamiento.

Jaime Alberto Pineda
Investigador