Marchemos hacia la paz
‘Marcha por la paz’ 30/10/2016.
Por: Estefanía Molina G.
El pasado viernes, 30 de septiembre, ciudadanos e integrantes de diferentes instituciones marcharon por la paz desde el Parque de las Aguas hasta el Parque Ernesto Gutiérrez, lugar donde se realizó una toma cultural.
La idea de la marcha surgió desde el diplomado ‘Construcción de Paz’ del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud (CEANJ), de la Universidad de Manizales y el Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano (CINDE), con la colaboración de la Red Nacional de Mujeres Nodo Caldas, el Centro de Estudios sobre Conflicto, Convivencia y Ciudadanía (CEDAT) y el colectivo ‘Marcha Patriótica’ de la ciudad de Manizales, explica Juana María Echeverry Escobar, una feliz estudiante del diplomado, quien cree que el trabajo por la paz apenas comienza y que su voto de sí al acuerdo no se constituyó sólo a nombre propio, “fue el sí de todas las colombianas y colombianos, de las niñas y los niños que quieren la paz” pues para ella “la paz es un llamado en clave de sol para cantar la vida en otro tono...”
Y en otro tono la canta “Lucho” (como le dicen sus amigos), un joven excombatiente que fue reclutado a sus 10 años y logró reinsertarse a la vida civil después de cuatro años de estar en guerra. Lucho votó sí, pero después de su experiencia y a pesar de que ganó el no, está hoy trabajando por la paz: “Después de la guerra tenía mucho miedo de integrarme a la comunidad civil, me preguntaba cómo me iban a ver, cómo me iban a juzgar y todo eso…, pero aprendí que era maravilloso estar acá, conocí muchos amigos y he estado trabajando por la paz con un semillero de niños y niñas afectados por el conflicto armado, he aprendido muchas cosas y eso para mí es maravilloso pues no queremos ver más niños en la guerra como lo estuve yo”.
Por otro lado, Enrique Jaramillo Arango, estudiante de trabajo social e integrante del CEDAT, dice: “Nosotros creemos que es hora de darle un poco de esperanza al campesino… de darle un poco de esperanza a la oposición política, de generar unas condiciones mínimas para que en este país no se tengan que usar más las armas, ni por parte del Estado ni de las Farc”
No obstante, el plebiscito pasó y el no ganó, pero como lo había afirmado Alba Marina Acosta Cadavid, de la Red Nacional de Mujeres del Nodo Caldas, “un plebiscito es un ejercicio democrático y uno debe respetar las diferencias, solo le pido a la comunidad que se documente y que lea para participar del debate democrático de manera efectiva”. Los acuerdos se están renegociando, es un momento coyuntural y una nueva oportunidad para que en Colombia las nuevas generaciones dejen de heredar una guerra que no les corresponde. Aunque el país se polarizó entre el sí y el no, ¡todos queremos la paz!, como lo expresa Helem Ezquivel Jiménez, integrante del colectivo ‘Marcha Patriótica’, “queremos una paz estable y duradera para tener más educación y más oportunidades, pues estamos hablando de cambios educativos, de reformas rurales, de dejación de armas, del fin de la guerra…”
Y para no alargar, entre cantos y banderas ondeadas la marcha de pasos blancos finalizó con una toma cultural. Se realizó una intervención musical, el poeta Martín Rodas compartió algunas de sus obras y los integrantes de ‘Encanta Palabras’ dirigieron una lectura colectiva desde el proyecto ‘Poesía para la Paz’, un proyecto que como lo afirma Rodrigo Rojas, integrante del mismo y estudiante del diplomado, “está dirigido a niños de 6 a 16 años del oriente de Caldas (Samaná, Norcacia, Pensilvania, entre otros). Los niños son intervenidos desde unos acercamientos a la poesía y al arte, a partir de ahí por medio de unos talleres los niños escriben sus experiencias, sus anhelos sus sueños, su visión del mundo y su visión de la vida, lo cual nos parece muy valioso en este momento para nuestro país, pues es una visión de paz desde las nuevas generaciones”.