CENJU

III BIENAL LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA EN INFANCIAS Y JUVENTUDES: Desigualdades, desafíos a la Democracia, Memorias y Re-existencias

CANTO POR LA PAZ

Todos estamos por la paz.

Por eso combatimos con todas nuestras fuerzas

contra los asesinos de la paz.

Contra quienes imponen la miseria

que es el rostro apremiante de la guerra.

Contra los acaparadores del pan y del azúcar

que diariamente disparan

las bombas del hambre,

que el hambre mata más violentamente que la bala.

Contra los monopolistas de la tierra

que condenan a los labriegos

a la metamorfosis violenta de sus azadones

en fusiles...

 

Fragmento del poema CANTO POR LA PAZ

Juvenal Herrera Torres.

 

En el eco de un viejo poema encontramos el preludio de nuestras palabras: NUESTRO CANTO POR LA PAZ SEGUIRÁ SIENDO NUESTRO ÚNICO ACTO DE RESISTENCIA... Y sin embargo, sentimos que nuestro Canto excede las hegemonías de un significado y los imperialismos retóricos de un discurso. No será nuestro Canto por la Paz una elegía, tampoco un himno, será más bien una consigna, un horizonte, una inquietud que tiene la fuerza de una memoria ancestral, de una lucha milenaria, de una existencia radical; y a quienes imponen la miseria en nuestro Continente también les respondemos NUNCA MÁS. Nuestro Canto es la expresión de una disputa inagotable, porque los otros rostros de la guerra ya no son incuestionables.

En las calles de Sao Pablo se grita contra el Golpe de Estado que ya no recurre a las armas de los militares sino a los artilugios del Derecho. En las calles de Caracas se defiende la Revolución aunque en los escritorios del Pentágono se conspire una nueva intervención. En el Ángel de la Independencia otras Madres exigen aparición con vida, aunque en la sede de Gobierno se oculte la verdad. En la Plaza de Mayo las abuelas no han dejado de cantar, mientras los Hijos hacen un escrache. En las montañas de Colombia se silencian los fusiles mientras en el Cauca los Paramilitares asesinan a los líderes sociales.

El paradójico paisaje de nuestro presente todavía nos da que pensar, nos exige comprender, intentar con otras palabras nombrar lo que acontece, reconocer lo que pasa y develar aquello que permanece oculto. Pero por oscuro que sea el tiempo en el que hoy nacen estas palabras, también sentimos que en cada rincón de Latinoamérica y el Caribe se erige una resistencia, se reactiva una memoria, se pone un pendón, se exhibe un retrato, se cuestiona un slogan del mercado, se repudia una guerra, se interpela un gobierno, se denuncia al capital.

El escenario no es sólo de opresión, también es de insurrección. Nunca hemos dejado de luchar contra los perpetradores de la desigualdad porque nunca hemos dejado de sentir el deseo de transformación. Y tal vez por ello desafiamos a la Democracia, no en sus polisemias, tampoco en sus abstracciones liberales, desafiamos a la Democracia con la realidad, porque no podemos admitir tanta violencia, porque no podemos aceptar que los responsables de las bombas de hambre, como dijo el poeta, sigan declarando la prosperidad de sus riquezas mientras van devastando la naturaleza.

No podemos entonar el mismo Canto por la Paz que los nigromantes del Libre Mercado ponen en circulación en sus empresas mediáticas. En medio de las reformas Neoliberales, las luchas sociales seguirán siendo nuestra esperanza, y los paros, las huelgas y las manifestaciones, nuestra más sublime dignidad.

Mientras no se acallen las voces Transnacionales del Capitalismo, nuestro Canto por la Paz será siempre otro, canto lanzado al futuro, Canto tejido de Infancias y Juventudes, canto entonado en la voz evocada de Víctor Jara y Alí Primera; porque mientras exista un Sur de desaparecidos, nuestro canto será de Viglietti y Benedetti.

La III Bienal Latinoamericana y Caribeña de Infancias y Juventudes será una nueva oportunidad para tejer la conversación del presente y donar de otras tonalidades las utopías que movilizan a los hijos del giro decolonial y los herederos de la sublevación metafórica del Sur...

Desde una pequeña ciudad sembrada en los Andes, estamos dispuestos a seguir re-existiendo...